divendres, 30 de juliol del 2010

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Tengo claro lo que quiero, tengo claro mi punto de partida y hasta dónde quiero llegar. Busco respuestas, sin embargo, a los obstáculos que veo a lo largo de mi camino. Sé que será difícil, las metas nunca han sido fáciles de conseguir. Sé que será una aventura complicada y tortuosa, mas no desistiré. No fallaré en la esperanza que hay en mi destino. No caeré por las penas que los demás me dieron. No moriré por los lamentos que no pude expresar a su momento. Aquí estoy yo, en medio de toda la multitud, viendo cómo pasa el tiempo... y aquí estoy yo para no irme jamás.

diumenge, 25 de juliol del 2010

Torpe.

Hace días que no escribo nada. Me he dado cuenta de que mis escritos son puramente personales, sin más que eso. Describen mis sentimientos, mis emociones y mis pensamientos. Mi cabeza trabaja para escribir frases, escondiendo aquéllo que veo con los ojos del alma, y los plasma sobre una pantalla en blanco. Las líneas se llenan de hormoguitas negras, me siento entera y complacida. Generalmente, esto ocurre cuando los sentimientos malos ocupan demasiado espacio en mi corazón. Cuando soy feliz, estoy contenta, puedo demostrarlo. Cuando estoy triste, estoy enfadada, no soy capaz de decírselo a nada. ¿Problemas de comunicación? Tal vez.

Y vuelvo a pensar, de nuevo, comencemos desde cero: ¿qué sientes, Aina? La pregunta aflora entre los pliegues de un pensamiento muy turbio. ¿Qué siento? Ahora miraré dentro: algo me oprime el pecho, me cuesta respirar, estoy angustiada. Punto positivo, "angustia". ¿Qué más? Algo no me gusta, no puedo soportarlo, es algún tipo de enojo. Bien, punto positivo de nuevo, "enfado". Sigue, hay aún. Rabia, dolor, tristeza, melancolía, pena. Sale todo de golpe. Conmigo, puedo hablar. Los demás no son más que un estorbo para la fluidez de mis emociones.

Tú me molestas, joder. Para de meterte en mi camino. Te lo he dicho miles de veces: te odio. Entorpeces mis movimientos, lo entorpeces todo. Ni siquiero te considero una amistad. No eres nada para mí, joder. No te quiero. No, apártate, vete muy lejos, donde no pueda verte. ¡Ahora, lárgate de mi puta vida!

diumenge, 18 de juliol del 2010

Vos.

Debiendo escoger uno de los roles de la vida, quise el de sirvienta. Debiendo escoger uno de los señores de la vida, os quise a vos. Debiendo escoger uno de los trabajos de la vida, quise brindaros la alegría. Debiendo escoger uno de los sentimientos de la vida, quise el amor hacia vos. Debiendo evadir una de las desgracias de la vida, quisiera no perderos jamás. Mío fue el placer de encontraros, mío fue el placer de conoceros y mío es el lamento de perderos. Os amo tanto que las palabras no pueden escapar de mi corazón enrejado entre suspiros. Si yo pudiera... si la Luna me diera las fuerzas, pediría vuestro sol brillando sobre nuestras cabezas. Oh, mi señor, doy parte y juro por esta tierra que piso y este aire que respiro... que vos sois todo cuánto deseo. Oh, mi señor, prometo por esta persona que veo en mi espejo y por esos sentimientos que noto al despertar... que vos sois lo que más quiero.


Aspiraciones, penas, lamentos, sueños e ilusiones. ¿No es cierto que todo eso quedó atrás? Entre su corte, yo era la sirvienta más callada. Entre sus favoritos, yo era la menos indicada. Mugrienta, harapienta, sucia. Entre todas sus pretendientas, yo era la menos bella. Y aún así, por un instante, el brillo de su mirada se posó en mí; y mis ojos brillaron a su vez. Sus labios moviéndose para pronunciar palabras imposibles. ¿"Te quiero" tal vez dijo? Y yo, mi señor, acercándome a su trono para verle directamente. Acaricié la seda de sus ropas, la seda de su piel, la seda de su calor corporal, la seda de sus labios. Mantos y mantos de seda para tapar un corazón joven y fuerte.


¿Por qué, majestad, por qué soy sólo su sirvienta? ¿Por qué jamás yo seré una princesa? Vos, altivo, sagaz, leal, imponente, respetable; vos, tierno, dulce, cálido, fugaz; vos, carnicero, temible, despiadado, justo; vos... y sólo vos y su persona. Vos quien eclipsáis todo lo demás. Decidme, pues, hasta dónde abarca vuestro reino. Y decidme, también, si tuviera el placer, sólo una vez y una última vez, de un escueto "os amo" y un "hasta al anochecer". ¿Vos... me lo concederíais?

dissabte, 17 de juliol del 2010

Bye bye.

Jamás pensé que de verdad te estaba entregando la vida. Lo decía proque... "te amaba". Pero ahora sé y soy consciente de ello, que sin ti no quiero vivir. Y como no quiero nada sin ti, ahora que no te tengo. Adiós, life mine.

dimecres, 14 de juliol del 2010

Algo.

Me escuecen los ojos. Hay un tipo de sensación que me oprime el pecho. Estoy tranquila porque he obligado a mi mente a calmarse, a pensar las cosas fríamente y a decir "basta" al dolor. Pero aún así, es insoportable. Una vez colocada una barrera entre pensamientos y sentimientos, trato de analizar la situación. Pero es imposible. No sé cómo reaccionar. En una ocasión leí que las obviedades costaban de ser localizadas, ya que el cerebro las establece como "situación normal" y las elimina de la lista de posibilidades. Aún así, no sé si espero algo obvio. Sé que ha pasado algo malo. Sé que tengo algo que solucionar. Pero ni identifico el núcleo del problema, ni sé la forma de desembrollarlo. Me pican los ojos, las lágrimas se han instalado en ellos, haciendo que el dolor incremente. Este daño que siento, esto tan desagradable, es prueba de que el mundo existe. Y aún así, es insoportable. Ahora mismo veo una pared negra, muy oscura, como una caída libre sin final. No le veo el fondo al pozo. No sé la forma de salir de él. Estoy atrapada. Las lágrimas resbalan por mis mejillas. Algo tranquilizador. Algo normal. Algo habitual. Algo triste.

dilluns, 12 de juliol del 2010

Ayer.

Era de noche, noche oscura. A lo lejos se advertía el ruido de la calle. Cerca, muy cerca, rezaca una melodía "I love you more than anyone in my life". Y aún más cerca, rozando su piel, un calor húmedo se adhería a su cuerpo. Se adivinaban más sonidos: el tecleteo de un ordenador, bocinas de coches, una respiración pausada y un corazón alterado.

Una habitación. Eso era todo lo que cabía en su campo de visión. Mucha negrura rodeando una estrella. Porque, en medio de ese habitáculo, algo brillaba con fuerza. Una sonrisa, quizá. Unos dientes blancos que alforaban de unos labios tersos y rosados. Y ahora lo entendía, por eso ella también sonreía.

Un poquito más lejos de esa sonrisa, había una piel pálida. Por encima, cabello oscuro (confundiéndose con la negrura ya imperiante) cayendo sobre unos hombros anchos. Más abajo, sólo un mar revuelto de sábanas. No podía apartar la vista. La música cesó dejando un silencio cargado. Un silencio demasiado lleno de palabras.

-Dime algo -susurró.

-Te amo -contestó él.

divendres, 9 de juliol del 2010

Apear.

apear.

(Del lat. *appedāre, de pes, pedis, pie).

1. tr. Desmontar o bajar a alguien de una caballería, de un carruaje o de un automóvil. U. m. c. prnl.

2. tr. Maniatar a una caballería para que no se escape.

3. tr. Calzar algún coche o carro, arrimando a la rueda una piedra o leño para que no ruede.

4. tr. Reconocer, señalar o deslindar una o varias fincas, y especialmente las que están sujetas a determinado censo, foro u otro derecho real.

5. tr. Cortar un árbol por el pie y derribarlo.

6. tr. Sortear, superar, vencer alguna dificultad o cosa muy ardua.

7. tr. Quitar, destituir a alguien de su ocupación o cargo. U. t. c. prnl.

8. tr. coloq. Disuadir a alguien de sus opiniones, ideas, creencias, suposiciones, etc. No pude apearle de su propósito. U. t. c. prnl.

9. tr. Arq. Sostener provisionalmente con armazones, maderos o fábricas el todo o parte de algún edificio, construcción o terreno.

10. tr. Arq. Bajar de su sitio alguna cosa, como las piezas de un retablo o de una portada.

11. tr. coloq. Hond. Matar a alguien. En El Salvador, u. c. prnl.

12. intr. desus. Andar a pie, transitar, pasar de una parte a otra.

13. prnl. Cuba, Ec. y Hond. Tomar las viandas con la mano, prescindiendo del cubierto.

14. prnl. Cuba. Decir o hacer algo inesperado, que generalmente ocasiona un trastorno.

15. prnl. Cuba. Dar una cantidad de dinero para algo. Se apeó CON cien pesos.

16. prnl. desus. Hospedarse, alojarse.

de apéame uno.

1. loc. adv. Cuba. De baja calidad.



Así señores, tenemos que, cuando no sepamos qué verbo usar para definir algo específico, el comodín "apear" nos sirve para todo. ¡Apear lo significa todo +1!

Vamos, apear es mucho mejor que decir "épico". ¿Esta canción es épica? ¡Esta canción es apeática!

dissabte, 3 de juliol del 2010

Fic Cazadores de Sombras (Magnus y Alec)

-Pero te amo

-Alec, no dudo de tus sentimientos. Mírame, tengo ochocientos años. He conocido mil críos como tú, de veras, no dudo de tus... palabras. Pero esto es serio. Yo te quiero. Te quiero de verdad.

-Yo igual, Magnus. ¿Cuál es el problema?

-Tú eres el problema. La homosexualidad no se contempla entre los cazadores de sombras, ¿por eso eres incapaz de actuar? No puedes contárselo a nadie. Titubeas y parece que te avergüences de nuestra relación; aún más, no reconoces tal relación. Pero yo sí. Y quiero pruebas -repuso el mago con dureza.

-Las tendrás.- prometió el joven muchacho.



Realmente, las palabras adecuadas nunca habían sido su fuerte. Ni siquiera era un excelente cazador de sombras, aún así, su trabajo se le daba medianamente bien. Sabía hablar, incluso, cuando los temas no le incumbían. Pero cuando se trataba de su vida personal, el chico era un desastre. Amaba el brujo, pero no sabía cómo decírselo a su familia. Al final, entre trompicones, dudas y titubeos, consiguió sacar la fuerza necesaria para expresárselo a sus padres. La reacción fue contraria a la esperada: comprendieron. El alivio fue tal que cada músculo del joven se relajó, hasta parecer unos centímetros más bajo que cinco minutos antes. Fin a la historia, o más bien, comienzo de la era feliz. Todo el tiempo del mundo para pasarlo con Magnus.



-¿Contento? -replicó Alec.

-Más que eso, mi amor -el brujo torció el gesto en una sonrisa picarda.

-Podríamos... bueno, podríamos celebrarlo -un destello tímido centelleó en sus ojos azabaches.

En un rápido movimiento, el mago estaba ya enfrente del joven. Comenzó besando su cuello, dulcemente, mientras el cazador se estremecía. Lamió su cuello, desde debajo de la barbilla hasta la clavícula, donde le mordió. El muchacho se estremeció, enrojeciendo violentamente.

-Te veo... apurado -rio Magnus.

Rápidamente volvió a subir por su cuello, con rápidos y difusos besos, hasta pararse al lado de su boca. Mirándole fijamente, sacó la lengua, acercándola peligrosamente a los labios de Alec. Jadeante, el muchacho pasó los brazos por detrás del mago, aferrándolo contra su cuerpo. El brujo le lamió la comisura de la boca, introduciendo la lengua y provocando un éxtasis casi irrefrenable. Mientras se ocupaba de un apasionado beso, colocó las manos encima del torso del cazador, bajando lentamente, acariciándole. Llegó a sus pantalones y, mientras mordía los labios de Alec, le desabrochó los pantalones.

-Eh eh eh eh -jadeó- pa... para.

-¿Qué pasa, pequeño? ¿No quieres jugar? -le desafió Magnus.

-¿Si quiero jugar? -replicó incrédulo.

-Jugar... a esto -la mano del brujo se deslizó bajo la ropa interior del joven muchacho- ¿quieres?

-Lo... necesito -contestó apurado.