dimarts, 27 d’abril del 2010

El Cóndor (Pablo Neruda)

Yo soy el cóndor, vuelo
sobre ti que caminas
y de pronto en un ruedo
de viento, pluma, garras,
te asalto y te levanto
en un ciclón silbante
de huracanado frío.

Y a mi torre de nieve,
a mi guarida negra
te llevo y sola vives,
y te llenas de plumas
y vuelas sobre el mundo,
inmóvil, en la altura.

Hembra cóndor, saltemos
sobre esta presa roja,
desgarremos la vida
que pasa palpitando
y levantemos juntos
nuestro vuelo salvaje.


Extracto de "Los versos del capitán", de Pablo Neruda.

Nosaltres.

Jo era aquella persona: la dolçor del sucre, la tendresa d'un cadell, la suavitat de la seda, l'amor de les estrelles, la puresa de la blancor. Tu eres aquella altra persona: l'atractiu del cinema, el poder de l'àguila, l'elegància del noble, la força de l'ós, la calidesa del sol. Es podríem dir que junts érem "la" parella: la que lluita, la que s'estima, la que ensenya, la que parla, la que coneix. El nostre entorn era "nostre": el bosc, el riu, la mar, la montanya, la ciutat. Tot era perfecta i res no hi faltava. El món era considerat una esfera de qualitats infinites, perduda enmig d'un univers que no s'acaba mai. El cel brillava als nostres ulls, l'or acariciava la nostra pell, el foc cremava per la nostra passió, els diamants es banyaven dins els nostros cossos. Érem el raig de llum que il·lumina la foscor de les ànimes perdudes. Forem tot quan els humans podien imaginar. Fou la inspiració dels mes bells poemes. Fou la flama que alimentava el coratge dels guerrers. Fou la deessa de la fertilitat. Fou el déu de la glòria. Junts, la parella completa. Junts, sense necessitar res més. Junts, sense ningú. En aquest món: el nostre.

dilluns, 26 d’abril del 2010

Sí, puede que sí. Mirándolo bien, tampoco es tan malo. Y no sé por qué me cuesta tanto aceptar las evidencias. Vamos, suéltate un poco. ¡Esto es genial! Es lo mejor que he visto hasta el momento... y posiblemente lo mejor que vea en algún tiempo. Sí, puede que sí. Me encanta. Es perfecto. Es único. Es... todo. Sí, puede que sí. O mejor dicho, seguro que sí. Te amo.


[sí.no.no] T'amo, encara que dins del teu cor, el foc d'una altra persona ja hi cremi. Però t'amo, t'ho asseguro.

Cendra.

Saps això que diuen que l'amor és per sempre? Bé, potser dintre d'uns límits, sí. Però no hi ha res que duri tant. Comença, com la busca que encén el foc, amb molta passió i dolça violència. Escalfa els cossos durant un determinant temps, com la fogata per torrar llangonisses. Però també consumeix fusta, i aquesta no és eterna. Algun dia, aquestes brases s'apaguen, i només queda un caliu brillant. Poc a poc, desapareix, i alhesores, amb un rastre de cendra, podem dir que l'amor ha desaparegut. Perquè, estimat meu, res és per sempre. Ni l'amor ni l'odi. En aquesta vida, tot acaba desapareixent sota la mateixa cendra.

Amor.

El contacto con el sol me adormece aún más. Apenas puedo mantener los ojos abiertos, con este suave tacto, tan cálido, efímero y delicado. Noto cómo todas las células lo disfrutan, mientras otra suave brisa mece mi cabello. Miro alrededor, buscando algo que no encuentro. Me extraño. Hago una rara mueca, lo recuerdo pero no sé qué es. ¿Qué he perdido? Alzo la vista hacia las nubes, poderosas esponjas, intentando hallar la respuesta. ¿Qué he dejado atrás? Siento un leve roce en la piel de mi mano y me giro. Te encuentro mirándome, con cara de preocupación, esa que esconde una tierna sonrisa. Eso era lo que había perdido. A ti, tu sonrisa. Respiro aliviada. Me duermo entre tus brazos, entre tu bruñido amor. Y sueño, muy lejos de todo esto, sueño con un "siempre jamás" y un "nunca acabará". Porque entre los recovecos de tu ropa, entre tus pestañas y tu boca, aquí, soy feliz. Porque en la cuna de tu corazón, descanso tranquila. Lo único que necesito es tu amor.

Felicidad

Era ese tipo de felicidad que aparece en las situaciones más simples. Cuando lees un libro bajo la sombra de un árbol, cuando ves un perro pequeñito ladrando, cuando un bebé sonríe, cuando estás junto a la persona amada durmiendo, cuando te ríes con tus compañeros, cuando durante el día ha hecho mucho sol... Esa felicidad que es la más pura. Nace dentro del corazón, se instaura y lo inunda de ese blanco sentimiento. Seguidamente, se disuelve en la sangre y se extiende hasta las puntas de los dedos. Notas un cosquilleo en el estómago y de repente, tienes muchas ganas de reírte. Ese tipo de emoción. La base principal del bienestar humano. Por eso sonreí; porque me sentí feliz.

diumenge, 25 d’abril del 2010

Castigo.

-Mírame cuando te hablo, y cállate. Sólo escúchame, ¿entiendes?

Hice lo que me ordenaba y me quedé mirándole muy fijamente a los ojos. Aquellos dos preciosos zafiros, rodeados de seda completamente pura. Aquellas preciosas joyas que tanto me llamaron la atención. Miré sus labios, carnosos y rojos, la viva imagen de las frutas del bosque. Aquellos a los que había besado tantas veces, a los que quería volver a besar. Abrió la boca para volver a ordenadrme algo y admiré su dentadura perfecta, sus dientes blancos, su aliento tan fresco. El atractivo rebosaba de cada poro de su cuerpo. Le amaba, y lo había hecho durante mucho tiempo. Seguramente, seguiría haciéndolo aunque mi cuerpo se disolviera en ácido.

-¿Lo has entendido bien?
-Eheh... no...
-¡Te dije que me escucharas! ¡No tengo que repetírtelo tantas veces!

Su mano se levantó y casi impactó contra mi mejilla. Me observó durante unos minutos, mientras yo mantenía los ojos cerrados con fuerza. No sería capaz de ver su rostro perfecto y combinarlo con el dolor de una bofetada. Prefería que me pegara, y yo no darme cuenta. Al final, tuve que separar los párpados para enfrentarme a su imagen. Y por último, notar el golpe en mi cara.

-Mírame cuando te castigo.

¡Hey!

Me acerco a ti y te guiño un ojo con cierta picardía. Me muerdo los labios, hecho que sé que te gusta. Mantengo mi postura infantil, con aire juguetón. Cuando sólo me separan unsos pasos de ti, me inclino, hasta quedar sobre tu hombro izquierdo.

-Que te den por culo -río, y me voy al borde de las lágrimas.

dissabte, 24 d’abril del 2010

Desapareció.

Fue la flecha que, por así decirlo, rompió la estructura débil de su corazón. Después, no supo qué hacer o qué decir. Simplemente, se sentió entre una multitud incierta. Nadie sabe si sobrevivió, si murió, o si se quedó bebiendo en algún garito de mala muerte. Quizá ahora sea una botella de cerveza, una estrella errante, o una persona feliz que ha conseguido superar las adversidades de la vida. Lo que sí está claro es que ha desaparecido. En este mundo ya no está; tampoco se sabe si en otro lo hará. Ahora, cuando su ausencia es notoria, me pregunto: ¿dónde quedaron aquellas promesas mudas? Ahora, cuando falta tanto, me pregunto: ¿estará bien? Perdido... todo está perdido...

Adiós.

Adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós... Adiós, adiós, adiós... Adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós... ADIÓS!

La repetitividad de las palabras hace que pierdan su sentido.

divendres, 23 d’abril del 2010

...

¿Para qué lo hice? ¿Cuál fue su finalidad? Recuerda esto cuando los remordimientos muerdan tu conciencia: lo que es inútil, inútil será.

Siempre.
Siempre.
Siempre.

Mentiras.

Dicen que las relaciones entre amigos son complicadas. Entre hermanos, no puede haberlas. Y las de pareja pueden, o bien durar toda la vida, o conllevar dolor y ser pasajeras. Depende de cómo se mire.

No tengo muchas palabras para expresarlo, de hecho, las ganas de escribir también me faltan. Tantas veces he repetido lo mismo, por un sólo motivo: corazón incompleto. Y de nuevo caes en la misma trampa: volver a intentarlo. Pero no se puede. El error es siempre el mismo: la insistencia. Nunca aprendes por un "no" y necesitas sentir el dolor sobre tu piel para comprender. Pero no debería ser así, jamás debería llegar a tal extremo. Ahora tampoco quiero escribirlo. Estoy harta de todo ese tesón, el que te dice "¿Y si...? Continua con tu camino". Pero el cuerpo se cansa, la mente se agota, la esperanza se inhibe. Ya no hay más, y no encontrarás amor debajo de las piedras. Las relaciones interpersonales son difíciles, muy muy complejas. ¿Dónde está ese rincón de cariño? ¿Dónde están esas palabras dulces? Detrás de todo el vocabulario... una máscara de egoísmo. Mientes. Me mientes. Nos mientes. Mentiroso...

dimecres, 21 d’abril del 2010

Cielo.

-¿Qué le ves de especial?
-¿Qué no le ves tú? -me inquirió con voz dulce, el rostro al frente y la mirada perdida en el infinito.
-Es un cielo, son nubes, es una estrella ardiente y bueno... no hay mucho más. Todo esto. Lo que veo cada día. -respondí, incómodo por su extraña risita.
-¿Y no le ves nada más?
-Ay, basta de preguntas. Es un cielo, ¡qué más quieres!
-Puedes verlo cada día. Es mucho más de lo que ciertas personas pueden. Pero tú sí. Te cansas de mirarlo, te hartas de verlo. Sabes que está allí, sabes que siempre estará. Porque ya lo has visto.

Nunca había pensado en el cielo como en algo especial. Los diamantes son especiales, pues hay pocos y tienen mucho valor. Pero, ¿el cielo? El cielo lo ve todo el mundo, lo usan todos a diario. No era nada nuevo, ni mucho menos, interesante. Un charco azul relleno de esponjosas almohadas blancas. Ella, quizá, supo enseñarme algo especial.

-Creo que te entiendo. Pongamos un ejemplo: los diamantes. Éstos sí son especiales, pocos, con mucho valor y bellos. Pero nunca los vemos. Son demasiado para que "un humano normal" los llegue a ver. Así que supongo que a alguien ciego, le daría igual no llegar a ver ninguno. Pero el cielo lo compartimos todos. El cielo es tuyo, mío y de las personas que viven en la otra punta del mundo. Así que debo suponer que no poder verlo, importará a una persona ciega más que no ver el diamante que casi nadie ve. -traté de explicarle, aunque con torpez y timidez.
-No, todavía no lo sabes bien.

Se tumbó sobre la hierba, boca arriba, y cerró los ojos. Me descubrí a mí mismo, vertido sobre esa imagen tan pura, durmiendo al lado de ese cuerpo cálido, respirando su aroma. Me senté con cuidado cerca de ella y la miré, expectante. Pasaron cinco minutos durante los cuales, lo único que hice fue observarla. Su pelo largo era de un extraño color marrón, no como el de la corteza de un árbol, era... especial. Sus ojos, ahora cerrados, tenían la misma intensidad parda que el otoño. Sus párpados estaban maquillados con una suave línea negra. El rojo de sus labios podría haber pasado por un pétalo de rosa. Todo en ella era belleza: sus finas manos, sus suaves facciones, sus curvas, su piel pálida. En un momento, un brillo, una flecha, un quemazón, pasó por mi corazón. Y desde ese instante, supe que no podría separarme de nuevo de esa chica.

-Oye, ¿qué haces? -pregunté, ya que en mucho rato no se había movido.

No obtuve respuesta, sólo un suave ronquido, parecido al ronroneo de un gato. No sé si fue la curiosidad o el morbo lo que llevó a ponerme tan cerca de su cuerpo. Me incliné, poniendo mi rostro muy cerca del suyo. Ver su cara tan próxima a la mía era casi un milagro. Sorpresivamente, abrió los ojos, con esa sonrisa enamoradiza, y sus labios besaron los míos. Fue un momento, ínfimo, de contacto cálido. Noté perfectamente el instante en que ambas pieles se juntaban, ella presionaba un poco y luego, se separaba.

Creo que ya entiendo por qué es tan importante este cielo. Es nuestro cielo.

dimarts, 20 d’abril del 2010

Soledad infinita.

Es esa sensación de nuevo. Esa película semitransparente que me tapa los ojos. Esa media opacidad que no me permite ver bien. De nuevo, tengo ese presentimiento. Respiro. Mirar atrás es natural para mí. Cierro los párpados. Espero. De nuevo ese egoísmo intentando vomitar improperios. Esas palabras floridas, esa gramática excepcional, esa creatividad sin igual, esa forma de expresión. Tantas habilidades escondidas en un corazón inadecuado, de pureza dudable. Y, por encima de todo, lo que más destaca: el egocentrismo. Soy yo, aquí no hay nadie más. Camino y soy yo, pues no hay alguien más. Duermo y soy yo, porque la cama está vacía. Sueño y soy yo, ya que no es contigo. De nuevo esas réplicas: si no fueras, si no hubieras, si no hicieras, si pensaras, si... Y un grito desesperado en medio: BASTA. Más lágrimas. Podría llenar un embalse con ellas. Millones de lágrimas desperdiciadas tras una persona equivocada. Y soy yo, nadie más. Respiro. Tranquilamente, respiro. Una y otra vez. Estoy viva, aún. Cojo aire, suelto aire. Eso es lo que quiero. Entre muros de hielo estoy. Aire helado y una soledad infinita. Infinita.

dissabte, 17 d’abril del 2010

Sentémonos a hablar.

-A ver, las cosas como son. Todo esto es extraño. Tú estás extraña, rozando lo irascible. ¿Por qué? O mejor dicho, te preguntaré: ¿qué pasa aquí?
-Mira, tú no eres nadie para meterte en mi vida. No te corresponde averiguar qué o qué no me pasa. Nunca te he dado un permiso especial, no eres particularmente importante para mí, así que, cállate.
-Entonces di, ¿por qué esta reacción tan violenta?
-Porque no tienes derecho a inmiscuirte en mi vida. Estoy harta de todas esas personas que, con el pretexto de hablar, se sientan a molestarte. ¡No indagues más en mi ser! Prefiero ser un misterio, para ti, para él, para todos. Soy la maldad oculta en las sombras. Dejadlo así. Nadie cambia los cuentos tristes. Entonces no intentes cambiar mi vida. Que nadie lo intente. Reconócelo, no te importo en lo más mínimo. Sólo tienes sucia curiosidad. Pues te diré algo sabio: la curiosidad mató al gato.
-¿Un amor quizá?
-...
-¿Por qué ese silencio tan repentino?
-Porque si sigo contestándote, sólo conseguiré más preguntas.
-Pero, sentémonos a hablar. ¿Por qué eres incapaz de bajar tu estúpido orgullo al nivel de mi persona?
-¿Por qué tendría que hacerlo?
-Porque los amigos, la gente buena, la gente corriente, lo hace. No eres más que una niña mimada y caprichosa, tienes ganas de llamar la atención y no sabes cómo hacerlo. Estás frustrada porque en tu situaciópn actual, hay muchas cosas que desearías cambiar, y no puedes. No te gusta cómo eres, ni cómo has sido, ni sabes cómo querrías saber. Sólo tienes en mente una palabra: injusticia. Y todo lo demás te da igual. Eres bastante egoísta, ya que cada vez los demás te importan menos, últimamente, ni preguntas qué tal están. Sólo piensas en hablar de ti, de ti, de ti, de tus sucesos y de tu vida. Todo lo demás, a la basura. No te mereces nada, no te mereces mi tiempo, no te mereces su tiempo, no te mereces el tiempo que se te ha dado. Pero tú sigue así, malgastándolo todo, malgastando los minutos y la paciencia. Supongo que en algún momento madurarás lo suficiente como para darte cuenta de que estás haciendo el ridículo. Porque, escúchame bien. Eso es lo que haces: el ridículo. Eres patética. De las personas malas que jamás vi, tú eres la peor. No eres más que escoria humana. La basura de la sociedad. Y no me estoy riendo, lo digo bien en serio. Estoy harta de estos comportamientos tan infatiles. ¡CRECE! Crece ya. Cuando seas adulta, medianamente adulta, o simplemente, tengas una mentalidad superior a la de un niño de tres años, entonces ven a verme. Y te haré ver todo lo que ahora no ves. Estúpida. Idiota. Eres una humana inservible.
-Vale, sentémonos a hablar.

Cartas de amor.

"Juntos somos lo que la pobre gente no alcanza jamás: el cielo en la tierra. Te aprieto a mi corazón, amor mío, con cuerpo, alma y amor."

"Amor mío,
no sufras,
no temas,
mi vida la escogí yo y la escogí para ti también.
Todo saldrá como lo queremos.
Lo importante es nuestro tesoro,
nuetro amor,
a mí no me vencerán,
eso espero que siempre pasará,
vida mía,
contigo.
Quiero estar en todas partes seguro y orgulloso de ti.

Tuyo. "

"Querida
mí, te
ruego envíes
a la dirección
de Chile
que

sabes
estos
recortes urgentes.

Como
estás de
fondo y forma?

Tuyo."

dijous, 15 d’abril del 2010

Duerme.

Duerme bajo un cielo estrellado. De vez en cuando, un cometa cruza el firmamento. Y entonces puede verse, como si de una enorme sonrisa se tratara, un destellazo que ilumina el oscuro de la bóveda. Su pecho se levanta para volver a bajar, cadencialmente, como las melodías dulces hechas para descansar. Sus labios permanecen sellados, a la espera de ese último beso, el que para el tiempo, el que lo retarda todo, el último. Sus ojos no se abren para ver toda esa negrura, y su cuerpo no se mueve, entre murmullos de hierba. Duerme. Plàcida y felizmente, sueña con un país eterno, con un amor apasionado, con múltiples tardes de verano. Y no dice nada. Calla. Dentro de su sueño, calla y observa. Escucha la respiración del viento, mientras, poco a poco, la suya se hace lenta. Oye el suspiro del cielo mientras el suyo, poco a poco, desaparece. Y al final es un cuerpo inerte. Nunca volverá a reír, nunca volverá a hablar, nunca volverá a vivir. Ya no habrá ese último beso, ya no habrá esa última melodía para descansar. Ahora es carne sobre tierra.

dimecres, 14 d’abril del 2010

Poema: qué divertido es aprender!

Ay mis municipios
tan pequeños y bonitos.
Ay mis provincias,
tan medianas y tan lindas.
Ay mis comunidades autónomas,
tan extensas y tan hermosas.

Quién no quisiera tener,
un gobierno, un parlamento y un rey.
Quién no quisiera tener,
un tribunal de justicia para cumplir con la ley.

Centralizado o descentralizado,
el país es unitario,
eso es claro.

Estudiado o no estudiado,
que no nos quiten lo dado,
¡estas islas son del Estado!

divendres, 9 d’abril del 2010

Vull escriure.

"Quiero escribir". Es todo el deseo que puedo conseguir tras la tormenta. No quiero una mano amiga sobre mi hombro, no quiero oír consejos certeros, no quiero escuchar palabras tiernas, no quiero compasión ni empatía. Quiero escribir. Quiero estar en este submundo, lejos de todas las personas, volando entre letra y letra, formando frases. Quiero sumergirme en el calor de "hoguera", refrescarme con "hielo" y dormir con "plácido". Quiero desatar mi corazón en un lugar donde yo sepa, yo conozca, yo viva, yo esté, yo ame, yo odie, yo cree y yo mande. Basta de represiones, basta de dolores, basta de exageraciones a medio contar. La realidad supera la ficción. Gran cita.

Es mucho más que una forma de expresarte, vivir o sentir. Cuando escribes, entregas tu alma. Cuando escribes, pones tu corazón en papel. Cuando escribes, das una parte de ti. Cada letra, cada palabra, cada frase, cada expresión forma parte de lo más profundo de tu ser. Todo el mundo puede hablar, de una forma u otra, pero, ¿quién puede escribir? Puede escribir tu alma, quizá, si le pones empeño. Puedes dedicar poesías y buscar las más bellas canciones. Pero, ¿quién escribe? Escriben las palabras.

Vull escriure. Vull passar hores parlant sobre el que sento , el que passo, el que desitjo o el que no vull que ocorri mai. Vull escriure les més boniques paraules, que formin els versos que enamoraran el meu destí. Vull atreure els esguards inquiets, que resspiren entre les meves comes, que descansen als meus punts y sospiren amb la cadència de la meva veu. Vull escriure ara que puc, vull recuperar els vells textos i vull seguir escrivint molts anys més. Mai em vull separar de tu.

Ahora que te puedo hablar, cara a cara, conciente de lo importante que eres para mí, quiero escribir y dejar constancia. Ara que et tinc, et porto al meu cor. I ara que et puc parlar i et puc veure, vull dir-ho. Que tothom ho sàpiga, com la intensitat del sol, que t'estimo.

Vull escriure. Quiero escribirl. Vull escriure-ho tot.

dijous, 8 d’abril del 2010

Hum...

Sé que él todavía piensa en mí, no como un recuerdo intenso, sino como un olor dulce y fresco. Sé que aún sueña conmigo, no como el deseo de bienestar eterno, sino como una tarde de verano. Él también sabe que nos reencontraremos, no como una certeza que mañana será otro día, sino como el sol que ahora brilla sobre mi cabeza. De vez en cuando oigo su voz en mi cabeza, susurrándome un "nunca nos separaremos", prometiéndome muchos atardeceres, amándome entre vistazos, acariciándome con deseos. Y puede que, alguno de estos rojos días, toque a mi puerta. El timbrazo de esperanza que revivirá mi corazón. Ahora estoy esperando, entre las nubes, entre minuto y minuto. Escucho un murmuro cerca de mi oreja y duermo bajo la sombra de tu amor.

"-¿Me quieres?
-Claro. Pero, ¿a qué forma de querer te refieres?
-Ah, no sé. El amor es querer. ¿Me quieres?
-Claro. Querer alude al deseo de poseer algo. Quiero tenerte siempre."

diumenge, 4 d’abril del 2010

Vida.

Nació la vida entre paredes huecas y duras. Frágil y pequeña, creció entre ramas y plumas. Joven y sana, siguió su camino entre aire y roca. Vive, su corazón late en su pecho. Echa a volar. Que todavía hay mucho por delante. ¡Vive!