Soy el observador que decide cómo verte. Soy la persona que se para a analizarte. Te vigilo día a día, escruto tus pensamientos con mi mirada. Soy tu sombra, la luz que la proyecta y la figura a la que pertenece. Soy tú y tu ser. Soy él y su persona. Soy la chica y su personalidad. Lo soy todo sin ser absolutamente nada. Soy el espíritu y el alma. ¿Qué soy exactamente? ¿Alguna vez reparaste en mi presencia? Yo sí, siempre.
Ahora ya te he localizado. He ubicado la presencia de miles de personas, gente que camina al rededor. Te he encontrado. Te estoy viendo. Te vigilo. Ya no te escapas. Mi mirada es severa y mis gestos decididos. Mis pasos son seguros; mi personalidad, definida. Te he estado buscando específicamente a ti y a todos. Te he encontrado a ti y a todos. Esto lo he hecho únicamente por ti, por todos. ¿Me has visto ya? Yo sí, siempre.
Este es el fin de la partida. No sé qué pasará a partir de ahora. ¿Te he hecho pensar con mi discurso o fueron simplemente palabras sin sentido? Te he visto, te he localizado, te he ubicado, te he analizado, he escrutado tus pensamientos. Eres completamente mío, tú y todo tu ser. Ahora tu cuerpo será el mío, tus palabras, mis palabras; tus pensamientos serán compartidos. Olvídate de toda intimidad, de toda felicidad, de todo odio. Me perteneces, eres un esclavo de mis deseos. ¿Aún no entendiste nada? Yo sí, siempre.
Si ahora te dijas, ¿puedes verme ya? ¿puedes sentirme? ¿puedes amarme? ¿puedes odiarme? O quizás... ¿puedes temerme? ¿Deberías temerme?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada