-Se me ocurre -dijo Hodge-, que los dilemas del poder son siempre los mismos.
Clary le dirigió una mirada de soslayo.
-¿A qué te refieres?
-Pensaba en tu Simon -explicó Hodge-, y en Alec y Jace, entre otros.
La joven echó una ojeada por la ventana. Llovía, con truesas gotas espesas salpicando los cristales. El cielo era de un gris impenetrable.
-¿Qué tienen que ver unos con otros?
-Donde existe un sentimiento que no es correspondido -respondió Hodge-, existe un desequilibrio de poder. Es un desequilibrio que es fácil de aprovechar, pero no es un modo de actuar sensato. Donde hay amor, también hay a menudo odio. Pueden existir el uno al lado del otro.
-Simon no me odia.
-Puede llegar a hacerlo, con el tiempo, si siente que lo estás utilizando. -Hodge alzó una mano-. Ya sé que tú no tienes intención de hacerlo, y en algunos casos la necesidad pasa por encima de la delicadeza de los sentimientos. Pero la situación me ha traído otra a la mente. ¿Todavía tienes esa fotografía que te di?
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada