Sueños

Ni idea de cómo empezó y mucho menos, de cómo acabará. Es una línea recta: infinita si no hay un punto que marque su final. Mucho mejor, muchísimo. Espero que esa mancha terminal no llegue nunca. No sabría bien cómo explicártelo. Biológicamente son hormonas. Físicamente es una parte del cerebro con mayor actividad. Psicológicamente son emociones. Humanamente, son sentimientos. Personalmente: eres tú. Renegar de todo lo típico es inútil, al final acabas cayendo en ello: un ramo de flores y un poema amoroso. Un escrito largo y palabras muy dulces. Un gesto cariñoso a cambio de una eternidad feliz. Cuán efímero pueda llegar a ser y mucho más, todo lo que puede durar. Si intento definirlo, explicarlo, dibujarlo, no puedo. Sólo puedo pensar en ello, de hecho, lo que más hago. Dándole mil vueltas: por qué, cuándo, cómo, a gracia de quién. Y un único nombre: el tuyo. Demasiada obsesión, demasiada rutina. Demasiado amor. Claro que sí. Si podemos soñar con un mundo de paz, ¿por qué no en el amor? Y quién sabe, algún día, en el futuro... Quizá no muy lejos. Sí. Déjame soñar un poco más. Junto a ti. Ahora.


Porque la vida son sueños. Y los sueños, sueños son.

Por un futuro mejor a tu lado.