Las olas de dolor sacuden mi pecho. A veces creo que es imposible dejar de temblar. Tengo un momento de calma, la mente se me queda en blanco e incluso podría pensar con claridad. Pero es ínfimo, y en cuestión de segundos noto que el mundo se me viene encima de nuevo. Es una sensación horrible: como si todo se agrietara, como si quedaras suspendida, atada por un hilo que se hunde más y más en tu piel. Magullándote. Lacerándote. Matándote. Hay veces que el daño es tan grande, que es indescripitble. Pero es real. Lo tienes ahí, acuchillando tu pecho.
No he abierto nada. Desde la M, pasando por la P, por la T y la Y. Me da miedo las palabras que pueda encontrarme. Tengo que esconderme. Me pican las muñecas. Me escuecen las heridas. Toso. Cuesta respirar. Cuesta calmarse. Cuesta dejar de llorar. Me siento como en una cuenta atrás. Cada vuelta que da el minutero, es una vuelta menos de vida. No sé a qué Dios rogar.
"Otra vez no, por favor."
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada